¿Y qué es esta «enfermedad» silenciosa de la fobia social?
La mayoría de las personas que la sufren, precisamente por el carácter de la misma no la comentan con nadie de su entorno, ya que reconocerlo sería descubrir el peor de sus miedos.
La fobia social te hace sentir diferente, raro, inapropiado, débil o simplemente inferior, al relacionarte con algunas personas, el propio miedo a no ser aceptado hace que actúes de un modo poco natural que precisamente hace que pueda ser más difícil sentirse aceptado y este sentimiento de incomodidad te embarga.
Algunas de las maneras de pensar típicas de este trastorno son:
- Preocupación por lo que las demás personas puedan pensar de ti.
- Dificultad para concentrarse o recordar lo que dicen las demás personas al hablar contigo.
- Concentras toda tu atención en ti mismo; extremadamente consciente con lo que haces y dices.
- Piensas con antelación en lo que podría salir mal en determinada situación
- Repasas en tu mente cosas que crees que hiciste mal después de un evento (post mortems)
Y algunos de los comportamientos más habituales:
- Hablar rápidamente o lentamente, enredar palabras y oraciones, le acompaña la sensación de no poder ser coherente y con ello la sensación de ridículo.
- Evitar hacer contacto visual con las demás personas
- Hacer cosas para asegurarte que no vas a llamar la atención de las personas
- Evitar encuentros y situaciones sociales “difíciles”
Aunque lo cierto es que la fobia social no es un rasgo de tu personalidad, es verdad que se convierte en un circulo vicioso de donde a veces resulta complicado salir.
Piensa en esto: ¿Eres una persona tímida todo el tiempo? ¿Hasta cuando estás solo contigo mismo? ¿Sientes el mismo nivel de ansiedad cuando hablas con una persona desconocida a cuando hablas con un amigo cercano?
Esto nos dice que la ansiedad social es un comportamiento aprendido y circunstancial, no eres TÚ.
Es imprescindible cambiar el patrón mental de nuestros pensamientos por unos más positivos, y sobre todo no dejar que el miedo rija nuestras acciones, tenemos que actuar a pesar de él.
Normalmente lo que hay detrs de esto es la falta de seguridad en uno mismo, con lo cual la idea de ser rechazado es absolutamente inaceptable por el impacto que pudiera tener en nosotros. Es por ello importante procurar cambiar este auto concepto y asi no otorgarle tanta importancia al rechazo ya que todos lo sufrimos y sabemos que es imposible gustarle a todo el mundo, asi que si nos centramos en querernos independientemente de que los demás lo hagan, sin duda estaremos más en paz con nosotros mismos.
Como último apunte, algo que a mi personalmente me ha ayudado con la ansiedad es la practica de la meditación, convertirla en un hábito ha cambiado mi calidad de vida.
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