Pienso que la vida de cada uno viene determinada por unos cuantos momentos en la vida, cruciales y generalmente fugaces.
Mi vida, sin ir mas lejos, ha cambiado en varias ocasiones de la noche a la mañana, literalmente, por una decisión que hizo que mi vida tomara otro rumbo. Evidentemente hay ciertas cosas que llevan un largo proceso, pero generalmente, los grandes cambios han sido radicales y rápidos. Una vez pasado ese momento en el que tomas la decisión y te tiras a la piscina puede que el siguiente ciclo sea ya de meses o años… hasta que una nueva decisión de estas lo cambie todo de nuevo.
Digamos que si la vida fuera una carretera, estaría llena de desvíos, y aunque muchos de ellos te llevan más o menos por el mismo camino, a lo largo de la carrera te encontrarás con 4 o 5 momentos en los que girar a la izquierda o a la derecha te llevará a sitios muy diferentes.
Existen decisiones totalmente imprevistas y las hay importantes y que sabemos por anticipado que lo son, la mayoría no cambiarán el rumbo de nuestra vida, pero alguna de ellas si lo hará. ¿Cómo tomar buenas decisiones? ya he escrito bastante en este blog sobre este tema, creo que si lo que buscamos es la superación, un consejo es no tomar siempre la decisión que nos parezca más cómoda en ese momento, sino aquella que nos eleve, que nos haga mejorar de algún modo.
Ahora bien reconozco que como buen cangrejo (soy Cáncer) tiendo a ir de un lado a otro con mis pequeñas patitas, y que suelo pasar un tiempo de izquierda a derecha, dubitativa, pero en el momento que tomo la decisión y me posiciono en uno de los lados, ya no cambio ni una sola vez más, y, además hasta el momento presente, puedo decir que todo me ha ido muy bien y que mi carretera discurre exactamente por donde yo quiero.
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