Reflexionando hoy sobre la amistad, me preguntaba por qué en algunas ocasiones nos volvemos cómodos a la hora de mantener y cuidar estas relaciones.
Se dice que a los 30 se tienen menos amigos que a los 15, pero esto también es porque deja de ser lo más importante en nuestras vidas. Está bien que más tarde mantengamos otras relaciones, de pareja o incluso de familia, pero soy de la opinión de que hay tiempo para absolutamente todo.
Aquello de llamar a tu amigo para contarle cualquier pequeño acontecimiento en tu vida, se nos olvida y pasamos de eso a que nos cueste horrores descolgar el teléfono después de meses. Lo que ocurre es que las relaciones son como una planta que hay que regar, eso de que seremos amigos pase lo que pase no sucede así, necesitamos sentir cerca a la otra persona, y no me refiero a cercanía física ya que gracias a todos los adelantos tecnológicos, hoy en día nos es posible vivir en la otra parte del mundo y aún así ser capaz de estar en contacto, me refiero a la cercanía emocional de hacer sentir a esa persona que es importante en tu vida, que cuentas con ella, que te importa y que estarás ahí siempre que te necesite.
Así que desde aquí os animo a que llaméis a ese amigo con el que hace tiempo que no habláis, ir a visitar al familiar al que no veis más que en navidad, preocuparos y ocuparos de los demás os sentiréis mucho más felices.
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