Leía hoy en internet acerca de Sara Blakely y de como se ha convertido en la mujer joven más rica del mundo en menos de 10 años.
Un buen día a los 29 años, pensando en que cuando había necesitado una faja para ponerse algún vestido o pantalón ajustado no la había encontrado, Sara pensó en invertir todos sus ahorros, 5000 dolares, en hacer fajas bonitas, con un toque sexy y que sobretodo no se notaran, encontró un fabricante que hizo realidad su idea y en pocos meses facturaba su primer millón de dólares.
Cada vez que leo alguna noticia como esta, al igual que supongo le pasara a muchos, me pregunto, ¿por qué Dios no me toco a mi con la varita de la creatividad?
Sabía de sobra que hay que ser constante para encontrar una buena idea, pero buceando por la red, me tope con este artículo publicado ayer mismo,
Hay una idea con la que me quedo especialmente y es que para inventar algo no hace falta que sea algo totalmente nuevo, si no «conectar»productos que ya existen.
Yo añadiría algo que me parece importante que es la práctica del brainstorming, ya que la mayor parte de las veces hace falta tener 1000 ideas antes de encontrar una buena.
Cuando Edison inventó la bombilla realizó más de mil intentos, hasta el punto de que un discípulo suyo le preguntó que porqué persistía en construir una bombilla, si tras más de 1000 intentos no había conseguido más que fracasos, a lo que Edison respondió: no son fracasos, he conseguido encontar 1000 formas de cómo no se debe hacer una bombilla.
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